Cualquier oferta fija de dinero es perfectamente elástica. Si se duplica el poder adquisitivo, se duplica el dinero disponible (si antes se necesitaban 100 euros al día, tras el aumento solo se necesitarán 50). Y lo mismo a la inversa.
El poder adquisitivo resuelve el supuesto problema de la elasticidad. Ninguna decisión centralizada de bancos centrales o de bancos privados es capaz de replicar lo que consigue por sí solo el poder adquisitivo del dinero.
Y, de hecho, lo único que consiguen los bancos centrales y los bancos cuando crean dinero de la nada y lo introducen y lo retiran periódicamente del mercado es crear ciclos económicos. En conclusión, lo único que necesitamos es un dinero que no pueda ser manipulado.