Hace unos días el profesor Rallo y el profesor Bagus tuvieron un intercambio de pareceres acerca de la propuesta de Huerta de Soto de una dolarización en Argentina con un coeficiente de caja cien por cien. Rallo colgó un video en el que analizaba los presuntos problemas que tendría este tipo de dolarización. Bagus le envió un enlace al Anti-Rallo (es decir, una crítica implícita a la posición defendida por Rallo en el video).* *Rallo le dijo que ya había contestado a las críticas del Anti-Rallo y le envió un video de una conferencia en la Universidad Francisco Marroquín, añadiendo que estaba esperando la contrarréplica. Bagus le respondió, a mi parecer acertadamente, que no contestaba videos. Rallo añadió que también había replicado las tesis de Bagus en su blog. A lo que Bagus respondió que no era muy aficionado a los blogs. En algún momento de este cruce de comentarios, le envié un mensaje a Rallo en el que afirmaba que el Anti-Rallo de Bagus había destrozado su teoría de la liquidez. El profesor Rallo me contestó que “en absoluto”, remitiéndose una vez más al video de la citada conferencia en la UFM. Le contesté que había estado presente en dicha conferencia y que su argumentación no me había convencido en lo más mínimo. También le dije que, más allá de sus argumentos, lo que me había llamado la atención es que hablara de la Escuela Austriaca en tercera persona, como si ya no se considerara parte de esta escuela económica.
La respuesta de Rallo no se hizo esperar, fue la siguiente:
Pues podrías haber formulado réplicas en el Congreso. ¿Y qué más dará que me considere austriaco o no? ¿Tiene alguna relevancia en este debate?
A continuación, respondo al mensaje de Rallo:
Quiero señalar que este es el procedimiento habitual en el mundo científico. Un autor, en este caso Rallo, publica una crítica contra el teorema de Mises en su libro de 2019, pp. 138-140. Su posición es rebatida en un artículo científico publicado en una revista de economía. En la misma revista, Rallo efectúa posteriormente una réplica defendiendo su posición frente a las críticas recibidas, y al autor o autores críticos se les da la oportunidad de efectuar una contrarréplica de dicha defensa. Fin de la cuestión. Con la lectura de las tres páginas del libro y de los tres artículos citados cualquier interesado podrá hacerse una idea del debate en torno al Teorema de la Regresión, ampliar sus lecturas al respecto aprovechando la bibliografía citada, tomar partido o incluso introducir un nuevo planteamiento de la cuestión.
Respecto a la pregunta acerca de la relevancia que pueda tener en el debate el hecho de que Rallo se considere o no austriaco, es indudable que esto no tiene relevancia alguna. Las críticas acerca del teorema de la regresión o de la teoría de la liquidez que hemos realizado tanto Bagus como yo mismo son meramente teóricas y completamente ajenas a las circunstancias personales del autor.
Y, respecto a la pregunta que queda por responder, en la que Rallo dice: ¿qué más dará que me considere austriaco o no?, tengo que decir que no estoy de acuerdo en que siempre dé igual. En determinadas circunstancias, no solo resulta relevante, sino que ocultarlo puede llegar a ser considerado deshonesto. Por ejemplo, en el hipotético caso de que Rallo ya no se considerara austriaco, el hecho de seguir participando en congresos de economía austriaca en la UFM no sería decoroso. Es evidente que, en tal caso, debería renunciar a su participación. De no hacerlo, se podría dar la curiosa circunstancia de que aquellos que asisten a un congreso de economía austriaca para conocer las teorías de la escuela se encontraran, sin saberlo, con un economista que no es austriaco, explicando teorías no austriacas y desviando a los asistentes hacia teorías alternativas. Todo esto sería claramente inaceptable, y constituiría una evidente deshonestidad científica. Dada esta posibilidad, creo que lo honesto sería que Rallo abandonara su ambigüedad y aclarara su situación.