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El objetivo de este artículo es explicar qué tiene que ver Bitcoin con la espiritualidad. Esto puede ser complicado si no conoces Bitcoin en su justa medida y si no sabes qué es la espiritualidad. Ambas cosas pueden ser confusas, complejas y la gente tiene vagos conocimientos sobre lo que en esencia son. Para la mayoría de los mortales, Bitcoin es a casinos y a las estafas, lo que la espiritualidad es al incienso y la música de un sitar. Es decir, que no se tiene ni puta idea, lo cual me parece lamentable a la par de normal y meridiano. No todo el mundo está dispuesto a empaparse libros enteros sin haber una oposición de por medio. Así que ponte cómodo, open your fucking mind y empieza a caer por la madriguera de la espiritualidad de Bitcoin.
El dinero es energía. Pues, a decir verdad, todo está hecho de energía. Una patata, una emoción, un Van Gogh. Todo requiere de energía para expresarse. Hay cosas que requieren de más energía que otras para crearse. Cuesta más hacer un iPhone que un cenicero con una lata de Coca-Cola, ¿no? También hay otras que retienen mejor la energía, o, al menos, una energía que los seres vivos podemos aprovechar. Una calabaza te aguanta más que una caja de fresas; por lo tanto, la calabaza podrá expresar su existencia durante más tiempo porque retiene mejor su propia energía.
Una persona que vive muchos años, en parte, lo hace porque retiene muy bien su energía. Seguro que has visto monjes budistas decrépitos que dan para casting de guerra mundial Z. Estos monjes son tan longevos gracias a su economía energética y su secreto se basa en la meditación. Sin irme demasiado por las ramas, las técnicas de meditación traen profundos beneficios en los seres humanos que la ciencia sigue investigando desde hace años. De entre ellos, mejoras en la salud como una mayor longevidad, incluso se habla de la inmortalidad. ¿Es eso posible?
Hay mucho misticismo alrededor de la meditación y en torno a la energía espiritual, y no sin falta de razón; pues hay ríos de tinta sobre iluminarse y lanzar Kame-hames por el culo. Si estas técnicas milenarias aún están por descubrir a estas alturas, imagina dónde queda el proceso de descubrimiento de algo como Bitcoin, que es algo así como tecno-místico y que solo lleva 15 años entre nosotros. En realidad, nosotros mismos estamos en pleno proceso de descubrimiento de lo que somos y hacia dónde vamos. Pero vamos a adentrarnos un poquito más en esta madriguera.
Descubriendo La Energía
Los descubrimientos como la rueda o la creación de fuego, pensándolo bien, encajan perfectamente en la acción humana del cultivo y la transformación de la energía. Creo que no somos conscientes de lo mágicos que somos los humanos, con nuestra capacidad de crear energía... Perdón, quería decir transformarla.
La energía está ahí, en el universo. Un día estuvo acumulada en un único punto según la teoría del Big Bang. Ahora se está dispersando en el universo, alejándose del punto central donde estaba la fuente, tendiendo al enfriamiento y, por ende, a que la energía en los cuerpos celestes disminuya. Nosotros, el Homo sapiens, los que hace un suspiro, éramos unos simples roedores de lo que cazaban otros depredadores, somos capaces de captar energía, cultivarla, transformarla y usarla para calentarnos, movernos y hacer Frigopies con ella.
Una esfera Dyson es una hipotética estructura para cultivar toda la energía de una estrella.
Una de las formas más refinadas de cultivo de la energía ya lo podemos encontrar hace 2500 años en el continente asiático y el desarrollo de las técnicas de meditación. Y es que no se sabe ni desde cuándo, algunos humanos fueron capaces de desarrollar técnicas de meditación que, entre otras cosas, facilitaban el cultivo de la energía corporal interior. Lo que se conoce como el cultivo de la energía espiritual.
La mayoría de las doctrinas espirituales consisten en enseñar el cultivo de la energía espiritual. El taoismo, el budismo, el yoga, el hinduismo, el tantra, el sufismo, el vudú, el chamanismo hasta el mismo cristianismo. Incluso algunas utilizan la misma simbología. Lo llaman transfiguración del ser, iluminación, nirvana, santificarse o reencarnarte en el mismísimo Shiva en una tarde tonta. Se puede disfrazar más o menos, pero todas hablan de lo mismo: cómo vivir más y mejor y, ya si se quiere, llegar a Dios. La fuente. Y todo esto se hace transmutando la energía de nuestro cuerpo. (Esto se pone profundo).
Tecnologías Espirituales
La espiritualidad, entonces, podría ser eso: El cultivo de la energía que fluye dentro de uno mismo. Los taoístas lo llaman la órbita microcósmica, un circuito energético donde cada persona puede hacer circular su energía y todo tipo de técnicas para maximizarla e incluso almacenarla (esta parte quizá es la más controversial). Esta práctica, en términos generales, sirve para aportar mayor equilibrio y comprensión al individuo del mundo que le rodea, la órbita macrocósmica. Es decir, el universo.
Según la doctrina Taoista, el ser humano es capaz de hacer circular la energía y cultivarla, para almacenarla en la zona del ombligo, donde se preserva mejor.
Le puedes añadir dioses, gnomos, inciensos y parafernalia de cualquier tipo, pero la naturaleza última de lo denominado "espiritual", en realidad podría ser el arte de manejar "lo intangible". De ahí que lo intangible, aquello que no podemos tocar, tenga esa aura especial, inefable, con halo de misterio eterno que nadie sabe explicar con claridad. Se podría decir, entonces, que la espiritualidad, en realidad, es solo eso. El cultivo, la gestión, la percepción y el arte de comprender nuestra propia energía vital, que es, a su vez, la energía del universo, lo que podríamos llamar la divinidad.
En el Kundalini Yoga, la energía sexual está representada como una serpiente enrollada que descansa en la pelvis. Elevar la energía sexual es desenrollar la serpiente a través de la columna hasta llegar al cerebro, donde se siente una especie de extasis divino, cuando se logra concentrar la energía allí. En la biblia encontramos que Moises, a partir de una serpiente enrollada, crea una vara con poderes divinos. Tanto en la alquimia occidental y el conocido Ouroboros, como en tradiciones de mesoamérica con la serpiente emplumada, pasando del sufismo a la cábala; la serpiente simboliza una conexión con lo divino y la sabiduría. Este ascenso de la energía está intimamente asociado con dotar al prácticante de poderes poco corrientes como la clarividencia o una fuerza de voluntad sobrehumana. Nadie sabe muy bien como, pero se intuye que el calado de estas tecnologías espirituales en todo el planeta fue muy amplio, aunque ahora haya caido en conocimiento exclusivo para iniciados.
Es casi un tópico aquello de: la belleza está en el interior, que lo material no es lo importante. Y es que venimos de donde venimos. Toda nuestra cultura está impregnada de un desprecio al cuerpo físico. El cristianismo lo toma de Platón, y este a su vez de Pitágoras, que era un auténtico fan boy de las disciplinas orientales. (Esto cógelo con pinzas, por supuesto). Lo importante es que se intuye un hilo rojo que conecta todo este culto a lo inmaterial. Esto pueden ser números, ideas, almas, dioses, pero... ¿Sabes qué? Todas estas cosas no existirían y no se podrían expresar sin una fuente de energía. Así las cosas, ¿Se puede argumentar que lo espiritual, es básicamente energía?
Oro y espiritualidad
En la gran mayoría de las doctrinas filosóficas, el oro no solo se ha usado para hacer pagos y acumular riqueza. El oro es usado también metafóricamente como símbolo de pureza, perfección e iluminación. En *El secreto de la Flor de oro, *un texto taoísta del siglo V aproximadamente, se narra cómo purificar nuestra energía o elevarla para alcanzar la iluminación. Este proceso se conoce en la doctrina taoísta como la alquimia interna, pero en todas las demás doctrinas se habla prácticamente de lo mismo.
Las aureolas doradas son la representación de la iluminación, que a su vez, es literalmente elevar la energía sexual hacia la cabeza. El objetivo es aumentar tus capacidades como ser humano.
**En Europa los alquimistas son recordados como pseudocientíficos que anhelaban transformar el plomo **(energía ordinaria) en oro (energía espiritual). Aunque el verdadero cometido de estos filósofos era propagar a los iniciados un conocimiento procedente de oriente y vetado por el mainstream de entonces, un cristianismo encorsetado y cooptado por los poderes fácticos.
Lo que venían a decir estos filósofos era que el oro representaba la pureza y las más altas propiedades en las que inspirarse para hallar la mejor forma de vivir. Un alma de oro, es aquella persona que no se corrompe, que se mantiene pura, que brilla al lado de otras y que alcanza la vida eterna. Y es que el oro tiene unas características únicas en la tabla periódica de los elementos que lo hacen único para cantidad de aplicaciones humanas, incluso en el terreno de lo simbólico.
Al final, todo lo que se dice del oro, es cierto: es un metal noble, el tiempo es oro, etc. Pero lo que quizá hemos olvidado del oro, es que sus facultades son como un ideal humano en el que reflejarse: incorruptibilidad, inmutabilidad, pureza, belleza, certeza y fuente de verdad. Todo esto es así porque nadie lo puede crear de la nada, solo extraerlo del suelo con mucho esfuerzo o ganarlo con astucia y virtud. Y a pesar de que todo es en cierta medida corrompible, el oro es una herramienta universal para todo ser humano con la cual entenderse con otros, intercambiar bienes y prosperar en este mundo, sin necesidad de depender de una autoridad central, un gobierno, un rey o un emperador.
La Tradición Fiduciaria
Como muchos de los que usan bitcoin saben, hay tradiciones que matan. Y es que la vida humana en la tierra lleva, al menos, 10.000 años de vorágine tecnológica que nos ha llevado a organizarnos de formas cada vez más sofísticadas, entre ellas, la práctica de depositar confianza en terceros con autoridad.
Estas formas de organización, en realidad, no distan mucho de la antes mencionada tecnología espiritual, donde se cultiva la energía y el control de uno mismo mediante ella. En el caso del desarrollo de las civilizaciones y diferentes formas políticas, lo que se cultiva es la energía y el control de los demás. Es decir, la democracia, el fútbol, el derecho penal, son softwares que organizan la energía desde cierto punto de vista. Igual es una perspectiva un poco loca, pero sirva esta acrobacia metafórica, para entender mejor en abstracto cómo funcionan estas cuestiones.
Es decir, ¿por qué hacemos lo que hacemos? Ejemplo: la construcción de templos. Los construyen personas que dedican su tiempo y energía. Pirámides, murallas, castillos, palacios, mausoleos en honor a dioses, emperadores, reyes, faraones, rajas y sultanes que, en mayor o menor medida, han sabido cultivar y transformar energía a través de otros seres humanos.
El Partenon en Atenas es un templo dedicado a la diosa Atenea. Los atenienses dedicaron mucha energía a crear algo de lo que físicamente prescindian. A mi personalmente me encanta.
Esclavizados o no, siendo más o menos conscientes, mejor o peor recompensados, los individuos han sido explotados por otros individuos en los que, al final, han depositado confianza. Si esas personas son recompensadas con un medio de pago justo como el oro, pues oye, ni tan mal. Pero la historia está llena de ejemplos de que en realidad estas personas están movidas por promesas, mentiras, chantajes, trucos, o mediante la violencia directamente.
Se deposita confianza en las autoridades, pero demasiado a menudo, una persona como tú o como yo, tan solo somos peones de una gran partida de ajedrez de una forma o de otra, porque en realidad, somos muy explotables para los que concentran poder. En la actualidad, y hasta donde llega mi entendimiento en la materia (que tampoco es demasiado riguroso), nuestro software global de control de masas se llama Sistema monetario fiduciario.
Cortita y al pie. El sistema fiduciario es una suerte de tecnología espiritual que consiste en tener el monopolio de la creación de dinero, de manera que quienes tengan el control de esa tecnología, tienen el control del tiempo y la energía de las demás personas que usan la moneda, es decir, TO CRISTO.
Es una tecnología usada pero poco entendida por todos a partes iguales. Totalmente imperceptible e inocua para el humano corriente. Más sutil que el látigo que motiva a los esclavos, más elegante que ejecutar al vago y al listillo de buena mañana para poner en vereda al rebaño. Vasta con que la gente intercambie su tiempo y energía por algo que al administrador no le cuesta nada crear. Es tecnología utilizada en nuestra contra. Alquimia barata para incautos. Un mago de Oz a la vista de todos, pero incomprensible para la mayoría. Esto es simple y llanamente control total de la energía y el tiempo de las personas. Vivimos en un mundo de almas secuestradas.**
Energía ⇄ ≡ Tiempo ⇄ ≡ Dinero ⇄ ≡ Espíritu.
Un buen dinero es el que transmuta la energía y el tiempo de la forma más pura y menos distorsionada posible.
Liberación Espiritual
Se dice que Siddharta Gautama, un príncipe indio que lo tenía absolutamente todo, salió de su palacio para nunca volver y poder ver el mundo tal como es. Lo acabó haciendo de un modo radical y dedicó toda su vida a enseñar a otros, a liberarse. Bien, pero ¿liberarse de qué? Vamos a unir los puntos.
La liberación espiritual consiste en practicar el desapego. Ni aversión a lo desagradable, ni preferencia por lo agradable. Un estado de ecuanimidad ante la realidad en la que estamos inmersos. Más o menos lo que predican los estoicos, pero con un método más práctico y conciso. En realidad, esta práctica no difiere demasiado de otras disciplinas como el Yoga, el Tantra, el Tao, la filosofía occidental o la ristra de consejos que pueda tener tu abuela. Al final, se trata de aprender de uno mismo, conocerse mejor, tener autocontrol y, entre otras cosas, que otros no se aprovechen de ti, volverse inmutable ante los deseos mundanos y no ser carne de cañón de terceros malintencionados, como hemos visto en el apartado anterior.
Algunas representaciones de Buda muestran el gesto de tocar la tierra, que pese a las leyendas, muestra que el momento de iluminación viene de percibir la realidad tal y como es, la perfecta comunión con el universo.
Bien, todo este rollo te lo cuento, porque no hay una sola forma de alcanzar la iluminación o vivir mejor. Ni siquiera comulgo con poner al deseo o al ego como los culpables de todo. Gracias al deseo estamos vivos y nuestra vida puede tener algún tipo de sentido. Y lo del ego, 3/4 de lo mismo. No somos nuestro ego, pero no podemos vivir sin él. Somos también eso. La trampa también es el tesoro.
Pero lo que me parece realmente interesante de Buda, es que en sus enseñanzas reside el verdadero significado de lo espiritual. Si bien dijimos antes que lo espiritual es todo aquello inmaterial (yo mismo lo he creído) y a riesgo de equivocarme, la principal virtud de la espiritualidad es que un ser humano logre emanciparse de lo mundano y se vuelva incorruptible, que encuentre su esencia y que se convierta en lo que realmente es, esa sustancia libre, que no te pueden arrebatar. Utilizar tu energía de la forma más pura y no depender de ninguna tiranía. Ser valioso para los demás, como el oro, y vivir en armonía, en las mejores circunstancias, estable, brillante, duro pero maleable e imperecedero. Eso es lo que enseñan todas las doctrinas espirituales en esencia. Espiritualizar la materia es uno de los caminos a la inmortalidad. Y como el oro, la red Bitcoin entrega a los seres humanos un recurso con propiedades espirituales, que devuelve poderes espirituales a los individuos de un modo que el mundo todavía está descubriendo.
Bitcoin: Liberación Monetaria
Curiosamente, ese tesoro universal, nuestra propia existencia o lo que es lo mismo, nuestra propia energía, parece haber cristalizado en nuestros días en un nuevo universo, el ciberespacio. Si a través de lo digital, podemos expresar y compartir de forma global nuestras emociones, nuestras ideas y hasta intercambiar valor monetario, podemos empezar a hablar de que, en realidad, esta nueva realidad digital, muy a menudo demonizada por fenómenos accesorios que pueden ensuciar la cuestión, es una manifestación inequívoca de nuestras almas. Ni más ni menos.
¿Pero qué ocurre si para poder compartir nuestra energía en el ciberespacio debemos siempre confiar en un tercero? Es decir, ¿qué pasa si para comunicarte con lo divino necesitas un tercero de confianza humano, como un sacerdote? Lo que ocurre en estos casos, es que ese *Man in the middle *puede aprovecharse de la situación. Y si bien internet ha liberalizado al planeta de una forma radical, el 99% de los caminos trazados pertenecen a alguien y están pensados para exprimir al cibernauta y a su vez, vigilado por alguna agencia gubernamental para más inri, lo que puede resultar en un escenario de control total del individuo.
Pero así como Buda trajo la meditación (por lo que sabemos) y la empezó a enseñar a todo el que pudo en el siglo VI a.C., en 2008 un internauta (o varios) con el pseudónimo de Satoshi Nakamoto presentó ante la comunidad de criptografía la idea de un protocolo descentralizado de intercambio de valor. Algo así como un oro digital, que hace falta minarlo para obtenerlo. Pero no de la tierra, sino que hay que ejercer un poder de cómputo, lo que equivale a usar energía eléctrica, para poder escribir en una especie de Excel global y distribuido, donde se crean las nuevas unidades y se mantiene actualizado el registro de a quién pertenece cada cantidad de bitcoin. Es decir, Bitcoin es dinero hecho de energía eléctrica transmutada. Así como los grandes sabios transmutaban su energía sexual (eléctrica al fin y al cabo) en grandes mensajes que han permanecido en el tiempo, sirviendo a la humanidad a prosperar.
Funcionamiento de Bitcoin a grandes rasgos por Andrés Pérez
Lo que sucedió después, creo que es un punto de inflexión para la humanidad. Cada momento que pasa, se hace cada vez más obvia su presencia y, a pesar de que parezca que su adopción se haga esperar, su verdad se va propagando poco a poco. Bitcoin es una idea difícil de omitir cuando la has comprendido, porque la comprensión esencial de su funcionamiento te lleva a comprender la mayoría de mecanismos que mueven el mundo de hoy en día. Su funcionamiento en el esquema de las cosas, es tan radical como lo podría ser la meditación.
Meditación Monetaria
Ver la realidad tal como es. Ese es el objetivo de la meditación según Buda y bien podría haber sido el objetivo de Satoshi. Se me hace difícil no elevar la figura de Satoshi a la de los grandes mesías como Buda. Pero es justamente la conclusión a la que llega mucha gente al entender su funcionamiento y la filosofía que se deriva de su propio uso. Ver la realidad tal como es, o al menos, una perspectiva más amplia con la que ver la realidad.
Al igual que la meditación, la red Bitcoin es puramente práctica. Llevarla a la práctica proporciona al ser humano unas habilidades potencialmente liberadoras. Desde el clásico de no depender de bancos ni de gobiernos para intercambiar valor, a tener una nueva comprensión sobre la inversión, la preferencia temporal, pasando por hurgar sobre tus propios valores éticos y morales, hasta recuperar cotas de soberanía personal prácticamente inmemoriales. Al fin y al cabo, es una tecnología con la que poder gestionar tu valor vital sin necesidad de terceros y sin muchos aspavientos. Los que quieren ahorrar un poco, no necesitan hacerlo en un dinero que pierde valor con el paso del tiempo, ni tener que invertirlo en ladrillo, ni hacerte un experto en acciones de empresas o productos varios de inversión.
Bitcoin es una tecnología espiritual con la que los seres humanos se organizan, como podría ser el sufragio universal, el sistema de pensiones o la democracia representativa, sin tener que depender de una élite, solo basta con seguir las reglas de un código.
Con Bitcoin, basta con quedarse quieto, respirar y aportar tu valor al mundo. Hacer lo que sabes, lo que te gusta, priorizar en lo que la gente necesita e intercambiarlo por algo que no puede ser falsificado, controlado o corrompido. Estamos tan acostumbrados a tener que hacer lo que se quiere de nosotros, Quizá ese sea el ideal espiritual perdido, que nuestro tiempo en la tierra sea vivido de forma libre y que cada ser humano decida cómo contribuir con los demás, sin coacción. Paradójicamente, esta mayor libertad pasa por depender y abrazar orgánicamente el uso de máquinas de computación que nos permite participar libremente en un nuevo sistema de organización global llamado. Y a pesar del recelo constante que suscita esta dependencia en los comentarios corrientes, no podemos olvidar que la presencia de la tecnología es esencial en nosotros, desde un *Te quiero, *hasta las nuevas tarjetas gráficas de Nvidia de la serie GeForce RTX 40 SUPER.
La humanidad puede poner las cosas mucho más dificiles a la tiranía, confiando en un sistema autónomo y a su vez, codependiente de todos los participantes que tienen un nodo (un ordenador básico encendido). Y como ocurre con la meditación, no creo que se vaya a dar una hiperbitcoinización de la noche a la mañana. Sin embargo, me siento muy optimista en relación a todos los puntos que parecen confluir en este momento, donde un ser humano cualquiera como yo, pueda acceder de forma relativammente sencilla a tecnologías ancestrales, junto con las tecnologías más incipientes del momento.
Cuando estudiaba historia en el colegio, me imaginaba cómo sería vivir momentos cumbre de la historia de la humanidad ¿Serían conscientes los cohetáneos de Jesus, Buda, Sócrates, Confucio... de lo importantes que serían? O ¿serían conscientes de los cambios que supondría para la humanidad capítulos como la caída del Imperio Romano o la revolución industrial? Ser tan consciente del momento histórico que estamos viviendo me aterra y me maravilla a partes iguales, pero creo que no sería tan consciente si no hubiera entendido la simple verdad de que solo van a haber 21 millones.
En el Tarot, un juego de liberación espiritual, la carta 21 simboliza la realización espiritual. Son los 21 millones llegando al mundo
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